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El 53 % de los empresarios reconoce haber tenido algún impago en los últimos doce meses, según la encuesta realizada para la novena edición del libro “Análisis del comportamiento de pago empresarial”, un macro estudio sobre la situación de los pagos en las empresas españolas publicado por INFORMA. Esta proporción supera en diez pp la del año pasado, cuando se quedaba en el 43 %.
El importe de estos pagos sin cobrar no supera el 5 % de la facturación de estas empresas en el 95 % de los casos, mientras que hace un año, cerca del 9 % declaraba que esta cantidad estaba por encima.
La principal causa para las empresas de estas demoras ha cambiado. Si hace un año para el 44 % el motivo más destacado era la crisis sanitaria, este año para el 37 % se deben a problemas financieros, y la crisis sanitaria baja a ser el principal para un 23 %. Casi un 18 % opinan que el mayor causante de los retrasos son los problemas administrativos y para un 15 % es la intencionalidad.
Para un 27 % de los empresarios los plazos en los que les pagan sus facturas se han alargado desde el comienzo de la crisis sanitaria causada por la Covid-19. Casi la totalidad de las empresas encuestadas afirman haber recuperado por completo su actividad.
Nathalie Gianese, directora del Departamento de Estudios de Informa D&B, ha destacado que: “El periodo medio en los pagos ha alcanzado los 96,48 días, el más alto desde 2013, a pesar de que ha bajado el retraso medio en hacer efectivas las facturas. Esto se produce ya que se pactan plazos de pago más largos, puede que porque el incremento de la competencia lleve a aceptar peores condiciones”. El retraso medio español había superado siempre al europeo hasta 2016 para volver a igualarse en 2018 y estar por encima desde entonces. Al cierre de 2021 está 1,61 días por encima de la media europea.
El número de empresarios que aplica
intereses de demora se reduce ligeramente, baja del 25 % al 23 %, y se
mantiene en el 42 %, el porcentaje de encuestados que cree que la aplicación de
un régimen sancionador ayudaría a mejorar el cumplimiento de los plazos
de pago, como la medida que más favorecería un cambio de comportamiento,
seguida, de lejos, por mejorar las ayudas con un 14 %. Otras soluciones con
menor presencia son más préstamos, la formación a empresarios en gestión de
cobros, obligar a publicar los plazos de pago reales, los códigos de conducta
sectoriales o servicios de mediación.
En 2021 en España el plazo medio pactado para abonar las facturas y el periodo medio de pago efectivo se incrementan. El compromiso de pago sube por encima de los 81 días, incrementándose en más de cuatro días en un año, y el pago real también crece, añade 3,25 días, hasta 96,48, la cifra más alta desde el segundo trimestre de 2013. En conjunto, los retrasos de las empresas suponen un coste directo para el tejido empresarial de 1.823 millones de euros en los tres últimos meses del año.
Los resultados del análisis muestran que los pagos puntuales, que mantenían una tendencia descendente al comenzar el año, se han estabilizado y retornan al cierre del ejercicio al 44 % con el que terminó también 2020. Por su parte, los pagos a más de 60 días siguen por encima del 6 %.
Casi el 60 % de las empresas presentaba al cierre de 2021
un riesgo alto o medio alto de pagar a más de 90 días. Hay que señalar
que el 57 % de las empresas que tuvieron algún impago en 2021 ya habían
registrado retrasos de más de 30 días en 2020, el 69 % de estos superaban los
90 días de demora.
España mantiene una dicotomía en el comportamiento de pago de las empresas entre norte y sur, con una diferencia de 24,04 días en el retraso medio entre la comunidad que mejor paga, Navarra con 10,54 días de demora, y la que peor, Melilla con 34,58. Esta diferencia era inferior, de 16,62 días, a finales de 2020. El retraso medio disminuye en la mayor parte de las autonomías desde hace un año, especialmente en Ceuta, que recorta 5,47 días, y en Canarias, que baja 2,18.
Tan solo una comunidad paga más del 50 % de sus facturas en plazo al acabar el año, La Rioja, con el 52,70 %. Aragón se queda en el 49 % y Navarra muy cerca, un 48,73 %. En el lado opuesto Madrid, con un 38 % de cumplimiento, Melilla, con un 36 %, y Canarias, con un 32 %.
Hostelería se mantiene como el sector que peor se comporta, con una media de 28,24 días de retraso, aunque es el que más baja desde hace un año, 3,72 días menos que a finales de 2020. El siguiente, Administración, se queda en 26,63 días. Los menores retrasos medios se dan en Industria, con 11,72 días, Industrias extractivas, 11,80 días, y Comercio, 13,32 días. Cinco sectores pagan con un mayor retraso medio que hace un año: Agricultura, Energía, Construcción y actividades inmobiliarias, Comunicaciones y Otros servicios.
En diciembre de 2021 las micro y pequeñas empresas pagaban con mayor puntualidad que las medianas y grandes, el 50 % y el 44 % de las primeras frente al 28 % y 13 % de las segundas. Desde el año anterior el periodo medio de retraso ha disminuido para las empresas de cualquier tamaño. El más corto es para las pequeñas, 12,70 días, las medianas se demoran 13,93 días de media, las grandes 16,23 días y las micro son las que más dilatan sus pagos, 17,31 días.