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En la actualidad existen 22.771 start-ups en España, según el estudio sobre Las empresas start-ups en España realizado por INFORMA. Esta cifra supone un 5 % del total de empresas creadas entre 2015 y 2020 que continúan teniendo actividad. Hay que tener en cuenta que solo una parte de ellas se convertirán en empresas innovadoras de alto crecimiento.
Aunque el término start-up se utiliza mucho actualmente, no existe una definición normalizada. Para este estudio se ha integrado en este grupo a empresas independientes de reciente creación que desarrollan una actividad tecnológica o innovadora.
Nathalie Gianese, directora de Estudios de Informa D&B, comenta que: “Analizando las cuentas publicadas por las empresas creadas los últimos cinco años, la facturación media de las que entran en la definición de start-up es un 21 % más elevada”.
Casi el 95 % son microempresas, cerca del 3 % pequeñas, algo más del 1 % medianas, y por debajo del 1 % las grandes, 199 en total. En cuanto a su capital, han incrementado la inversión inicial un 191 %, frente al 163 % de las demás, lo que puede indicar ser signo de una mayor necesidad de capitalización.
Tanto su actividad en el exterior (importaciones/exportaciones), que realiza solo un 5 %, como la implantación en el extranjero, el 0, 24 %, es muy baja, al igual que el grupo de empresas con el que se les ha comparado. Pero sí que son dos veces más activas en redes sociales y medios de comunicación, un 15 % frente al 7 %.
Si las comparamos con el resto de empresas creadas estos años se aprecia que las start-ups tienen un mayor porcentaje de supervivencia, el 81 % continúan abiertas frente al 74 % del resto, desmintiendo la idea de que son negocios de más riesgo.
De hecho, su probabilidad de cierre en los próximos 12 meses es menor, el 76 % tiene un riesgo medio-bajo frente al 68 % de empresas en esta situación entre el resto. Y su riesgo de liquidez (probabilidad de impagados) también es muy inferior, sólo el 16 % tiene riesgo alto o moderadamente alto frente al 28 % del resto. Además, cuentan con un índice de resiliencia más elevado, el 43 % se encuentran en el nivel elevado o medio-alto frente al 40 % de las demás empresas.
También presentan una mayor propensión a crear empleo: las start-ups tienen un promedio superior de número de empleados, 6 frente a 5, y de calidad, un 79 % son puestos fijos, mientras que en el resto de compañías se queda en el 67 %.
El 27 % de las
start-ups tienen su sede en la comunidad madrileña, un 23 % en Cataluña
y un 12 % en Andalucía. Pero, sobre el total de creaciones en cada
comunidad, el porcentaje de empresas emergentes es mayor en La Rioja,
Navarra y Madrid.
Dada la
definición utilizada de start-up, la mayor parte de estas empresas desarrollan actividades
tecnológicas. Casi el 80 % se dedica a Servicios de alta tecnología
y el 14 % a Actividades manufactureras de alta tecnología. Relacionadas
con actividades no tecnológicas encontramos a poco más del 3 %.
De las no tecnológicas, el 36 % se dedica a Servicios empresariales y un 18 % al Comercio.