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El 43 % de los empresarios reconoce haber tenido un impago en los últimos doce meses, según la encuesta realizada para la octava edición del libro “Análisis del comportamiento de pago empresarial”, un macroestudio sobre la situación de los pagos en las empresas españolas publicado por INFORMA. Esta proporción era superior el año pasado, alcanzando el 61 %, y del 55 % el anterior.
El importe de estos pagos sin cobrar no supera el 5 % de la facturación de las empresas en el 91 % de los casos, mientras que hace un año, un 29,5 % declaraba que esta cantidad estaba por encima.
Para un 40 % de los empresarios los plazos en los que les pagan sus facturas se han alargado desde el comienzo de la crisis sanitaria causada por la Covid-19. El 96 % de las empresas encuestadas afirma haber recuperado por completo su actividad, mientras que algo más del 3 % lo ha hecho parcialmente y cerca de un 1 % ha cerrado.
La principal causa para las empresas de estas demoras ha cambiado. Si hace un año más del 37 % daba como primer motivo la intencionalidad, este año para el 44 % se deben a la crisis sanitaria, casi un 40 % apunta a los problemas financieros y el retraso intencional se queda en un 8 %, seguido de problemas administrativos con un 7 %.
Nathalie Gianese, directora del Departamento de Estudios de Informa D&B, ha destacado que: “En 2020 la crisis sanitaria causada por la Covid-19 tuvo efectos inmediatos sobre los plazos de pago y la demora media alcanzó los 16 días, algo que no ocurría desde el último periodo del 2015”. El retraso medio español había superado siempre al europeo hasta 2016 para volver a igualarse en 2018 y estar por encima desde entonces. Al cierre de 2020 está casi dos días por encima del año anterior.
El número de empresarios que aplica intereses de demora se reduce ligeramente, baja del 27 % al 25 %, pero entre los encuestados, sube dos puntos porcentuales, hasta el 42 %, el porcentaje que opina que la aplicación de un régimen sancionador ayudaría a mejorar el cumplimiento de los plazos de pago, como la medida que más favorecería un cambio de comportamiento, seguida, de lejos, por mejorar las ayudas con un 16 %. Otras soluciones con menor presencia son los códigos de conducta sectoriales, más préstamos, servicios de mediación, obligación de publicar los plazos de pago o formación a empresarios en gestión de cobros.
En 2020 en España el plazo medio pactado para abonar las facturas y el periodo medio de pago efectivo se incrementan. El compromiso de pago crece cerca de un día desde el año anterior, quedando en 77,23 y el pago real en 2,60 días hasta 93,23, la cifra más alta desde el primer trimestre de 2016. En conjunto, los retrasos de las empresas suponen un coste directo para el tejido empresarial de 1.967 millones de euros en tan solo los tres últimos meses del año.
Los resultados del análisis muestran los pagos puntuales han ido disminuyendo en España, bajando del 55 % a finales de 2017 al 44 % al termino de 2020 y los pagos a más de 90 días suben a casi el 5 %.
Más del 55 % de las empresas presentaba al cierre de 2020
un riesgo alto o medio alto de pagar a más de 90 días. Hay que señalar
que el 53 % de las empresas que tuvieron algún impago en 2020 ya habían
registrado retrasos de más de 30 días en 2019, el 69 % de estos superando los
90 días de retraso.
España mantiene una dicotomía en el comportamiento de pago de las empresas entre norte y sur, con una diferencia de 16,62 días en el retraso medio entre la comunidad que mejor paga, Navarra con 10,74 días de demora, y la que peor, Melilla con 27,36. Aunque el retraso medio crece en todas las autonomías desde hace un año, destacando los incrementos en Melilla, que suma 8 días, y Baleares y Canarias que añaden más de 4 días ambas.
De las ocho comunidades que hace un año pagaban más del 50 % de las facturas a tiempo este año solo se mantiene Aragón, con un 51 % de pagos en plazo. Asturias se queda en el 49,9 %, La Rioja en un 49,6 % y Navarra en un 49,4 %. En el lado opuesto Madrid, con un 36,6 % de cumplimiento, y Canarias, con un 31,6 %.
Hostelería desbanca a la Administración como el sector que peor se comporta, con una media de 31,97 días de retraso y el mayor aumento, 13 días más que a finales de 2019. El siguiente, Administración, se queda en 27,70 días. Los menores retrasos medios se dan en Industria, con 12,53 días, Industrias extractivas, 13,89 días, y Comercio, 14,45 días, siendo el segundo el único que no crece desde hace un año, junto a Energía.
En diciembre de 2020 las micro y pequeñas empresas pagaban con mayor puntualidad que las medianas y grandes, el 49 % y el 44 % de las primeras frente al 27 % y 12 % de las segundas. Desde el año anterior el periodo medio de retraso se ha incrementado para las empresas de cualquier tamaño. El más corto es para las pequeñas, 13,69 días, las medianas se demoran 15,30 días de media, las micro 17,76 días y las grandes son las que más dilatan sus pagos, 17,69 días.